Esta propiedad se distribuye en cuatro plantas y tiene un buen tamaño en todas partes. La puerta de entrada se abre directamente al salón que conduce a la cocina con zona de comedor. Entre los dos hay un hueco muy pequeño donde actualmente hay una mesa pequeña y 2 sillas. Unas escaleras conducen desde el salón a un largo pasillo con un baño muy grande a la izquierda y un dormitorio doble al final. Otro tramo de escaleras conduce a un largo pasillo idéntico y a dos dormitorios más y a otra pequeña escalera que lleva directamente al cuarto dormitorio con lavabo. Esta habitación tiene puertas que dan al solárium con vistas al pueblo y las montañas. Todas las habitaciones son dobles grandes, incluida la de arriba, que goza de mucha luz natural. Todas las ventanas son largas con contraventanas que le dan a la propiedad una verdadera sensación española que ha conservado muchas características originales. La casa está en una calle muy pequeña que está directamente al lado del centro de la ciudad donde se encuentra la fuente de agua.